Mi Erasmus+ en Alemania: Me fui a Alemania sin saber alemán

Suena algo loco, ¿verdad? ¿Cómo se me ocurre viajar a un país donde no entiendo el idioma y encima completamente sola? No sé en qué estaría pensando, pero no me arrepiento en absoluto.
Soy Tatiana, estudiante de segundo de grado superior de Marketing y Publicidad y… no sé, me dio el venazo por conocer Alemania, su gente, empaparme de su cultura, intentar aprender su complejo idioma y visitar sus típicos pueblos que pareciera que estuvieran sacados de un cuento de hadas. Pero además, tener ese comodín en el currículum de poder decir «he trabajado en Alemania». Wow, Alemania… uno de los
países más poderosos de Europa, ¿quién se podría resistir ante un perfil así?

En qué estuve trabajando.
Trabajé en un centro de formación profesional creando contenido para sus redes sociales y página web. Dicho centro educativo buscaba modernizarse y atraer a nuevos alumnos por lo que basé todas mis estrategias en técnicas de marketing digital como SEO, RR.SS, y página web. Dado que se trataba de una escuela, hubo factores limitantes como el nulo presupuesto para hacer campañas de anuncios online, sin embargo, también supuso un reto para pensar cómo mejorar el posicionamiento de la escuela sin coste alguno. Pude mejorar mi manejo en cuanto aplicaciones de Adobe como Illustrator, Photoshop y Premiere pro; pero también aprendí a usar nuevas herramientas digitales y aparatos electrónicos especiales para la creación de contenido audiovisual.
Y al mismo tiempo que realizaba estas actividades, también asistía a algunas clases de inglés y español.

Inglés como forma de vida.
Al no saber alemán, el inglés se convirtió en la única forma de comunicarme con el mundo exterior (eso, o intentar chapurrear alemán), por lo que al fin y al cabo he notado una mejora en mi nivel de inglés, y he desarrollado la capacidad de improvisar y no tener pavor a pedir las cosas en este idioma. Sin duda me ha servido como ejercicio de autoconfianza y he podido salir de esa zona de confort al romper barreras lingüísticas. Aunque si bien es cierto que el inglés es un idioma que en sí me gusta, se me da bien y siempre he mostrado interés por seguir aprendiéndolo.
No es oro todo lo que reluce.
Obviamente la vida no es un cuento de hadas, hay momentos de la experiencia donde esta se tiñe de color gris; sobre todo al principio ya que no conoces a nadie y no sabes cómo presentarte. Empiezas a extrañar a tus seres queridos, a la fabulosa gastronomía española, y también experimentas choques culturales… Pero son las consecuencias que conlleva salir de tu país de origen durante una larga temporada.
Pero después de la tormenta llega la calma, y en cuestión de unos pocos días vuelves a estar feliz y contento dando lo mejor de ti.

Alemania, ¿es el destino ideal?
Todo dependerá de tu sector profesional, tus habilidades, capacidades y conocimientos, y sobre todo, tu disposición ante los idiomas. Obviamente si ya sabes hablar alemán o tienes un C1 de inglés, tendrás muchas más oportunidades laborales y te desenvolverás mejor en un país extranjero.
Siempre se ha dicho que los alemanes son secos y malhumorados, pero la realidad es completamente distinta. Para mí son personas súper educadas, amables y disciplinadas. Algunos pueden llegar a ser muy tiernos, incluso me han llegado a invitar a algo o me han dado un pequeño obsequio. Eso sí, son bastante directos y no se andan con rodeos al decir las cosas o preguntarte algo. ¡Ah! Y si quieres hacer planes… es preferible que vayas acordando un día con antelación… olvida esa costumbre española de hacer planes improvisados o al último momento porque lo más
seguro es que te lleves un no por respuesta. La verdad es que me he llegado a sentir igual de querida y aceptada que en España. Aunque bueno, al fin y al cabo, cada persona es un mundo y no todos comparten la misma personalidad.
En cuanto al turismo, todos los pueblos allí son preciosos y encantadores. Parece que estés en un cuento de hadas. Y siempre va a haber lugares donde te podrás echar un par de fotos. Dependiendo de la zona y el tamaño del pueblo o ciudad en la que residas, podrás hacer unas actividades u otras. Pero sin duda, lo que no te puedes perder es hacerle una visita a los baños termales más cercanos que encuentres y pasar un día de relajación inolvidable.